La vicepresidenta Kamala Harris se dirige a la frontera entre Estados Unidos y México esta semana, en medio de un coro implacable de críticas de los republicanos por no visitar la zona fronteriza.
Harris, a quien el presidente Joe Biden le asignó la tarea de liderar los esfuerzos diplomáticos para detener el flujo de migrantes que llegan a la frontera sur, hará una parada en El Paso, Texas el viernes, según fuentes familiarizadas con el viaje. Se espera que la acompañe el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas: esto de acuerdo con una nota del portal POLITICO.com
Harris y su equipo han rechazado repetidamente las críticas de que ni ella ni el presidente han ido a visitar la frontera entre Estados Unidos y México, argumentando que ella está más enfocada en abordar las condiciones desestabilizadoras que están causando que miles de migrantes de Centroamérica se dirijan al frontera buscando refugio.
Ese fue el mensaje central durante su primer viaje al extranjero, una visita de dos días a México y Guatemala a principios de este mes. Mientras estaba allí, Harris se reunió con funcionarios locales e imploró a los migrantes que no hicieran el viaje a través de México hacia Estados Unidos.
Su viaje, sin embargo, se complicó por las continuas preguntas sobre si iría a la frontera para ver la situación allí. La respuesta de Harris, en la que minimizó la necesidad y señaló que tampoco había visitado Europa, solo amplificó las críticas.
El viaje de Harris se produce pocos días antes de que el ex presidente Donald Trump visite la frontera. En ese viaje, Trump estará acompañado por el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, y un grupo de republicanos de la Cámara.
El número de migrantes que llegan a la frontera sur de Estados Unidos se ha disparado en los meses transcurridos desde que asumió el gobierno de Biden. En mayo, más de 180.000 migrantes fueron detenidos en la frontera, según cifras mensuales de Aduanas y Protección Fronteriza.
De ellos, la mayoría, más de 112.000, fueron expulsados casi de inmediato. Eso se debe a que la administración de Biden ha seguido utilizando el Título 42, una orden de salud pública que Trump invocó en marzo de 2020 al comienzo de la pandemia para expulsar a los migrantes sin permitirles buscar asilo.
Estados Unidos también ha visto un número récord de niños no acompañados detenidos bajo la administración de Biden. Más de 18,800 niños no acompañados cruzaron la frontera en marzo, según cifras de CBP; el número mensual más alto registrado anteriormente fue de más de 11,000 niños que cruzaron la frontera en mayo de 2019. El número de llegadas de niños ha disminuido constantemente en abril y mayo, pero se mantiene muy por encima del récord de 2019.
