Las previsiones meteorológicas anticipaban lluvias en diversas zonas de Texas, lo que podría exacerbar las ya existentes inundaciones en el sureste del estado. En áreas como los condados de Polk, Montgomery y Harris, miles de residentes se vieron desplazados o recibieron órdenes de evacuación. La situación obligó al cierre de escuelas y negocios, especialmente en las áreas rurales del este de Texas, donde las carreteras y autopistas se volvieron intransitables.
Las autoridades de emergencia comparaban la magnitud de las inundaciones con los niveles registrados durante el huracán Harvey en 2017, un fenómeno de categoría 4 que devastó la región. Hasta el momento, no se han reportado víctimas mortales relacionadas con las inundaciones.
Se pronosticaban hasta 3 pulgadas de lluvia adicional en las proximidades de Houston, con la posibilidad de alcanzar hasta 5 pulgadas en áreas específicas.
El río Trinity y sus afluentes este y oeste, como el río San Jacinto, experimentaron un aumento peligroso y se espera que continúen creciendo durante el fin de semana, a medida que el agua acumulada se desplace hacia el Golfo. Tres embalses de la región se encontraban al máximo de su capacidad.
El meteorólogo del Distrito de Control de Inundaciones del Condado de Harris, Jeff Lindner, advirtió sobre el riesgo de que las casas a nivel del suelo a lo largo del río San Jacinto se vean inundadas hasta el techo. También pronosticó inundaciones en áreas cercanas al West Fork del río.
Por otro lado, el río Trinity generaba importantes problemas en los condados de Polk y Liberty.
«Estamos presenciando inundaciones de gran magnitud en varios ríos», declaró Lindner. «Esta situación es considerablemente más grave que la que enfrentábamos a principios de esta semana».
