La pequeña ciudad de Gallup, en el estado de nuevo, a una hora al oeste de Albuquerque fue ya será cerrada temporalmente a partir de este viernes, como parte de la respuesta tomada por la gobernadora del estado para mitigar la propagación desmedida del COVID-19 en ese poblado.
A través de un comunicado de prensa la gobernadora Michelle Lujan Grisham anunció que invocó la ley de control de disturbios del estado, la cual le permite promulgar restricciones temporales adicionales en la ciudad de Gallup. Esto como respuesta a que en esa ciudad de unos 22,000 habitantes, hasta el jueves había reportado 1,027 casos positivos de COVID-19, más del 30 por ciento del total de casos positivos del virus en el estado. El condado de Mckinley, donde se encuentra Gallup, ha reportado 207 casos positivos adicionales solo en los últimos dos días.
Las restricciones incluyen:
Todos los caminos hacia Gallup serán cerrados.
Los negocios cerrarán a partir de las 5 de la tarde, hasta las 8 de la mañana.
Solo puede haber dos pasajeros por vehículo.
Los residentes de la ciudad deben permanecer en sus hogares, excepto para salidas de emergencia, para comprar comida o por cuestiones médicas.
La Policía de la ciudad de Gallup y el Departamento del Alguacil del condado de McKinley se asociarán con la Policía Estatal de Nuevo México y el Departamento de Transporte para hacer cumplir la orden de emergencia y el cierre de carreteras. La Guardia Nacional de Nuevo México también brindará apoyo a este esfuerzo en una capacidad no policial.
La Ley de Control de Disturbios autoriza al gobernadora, por la existencia temporal de un estado de emergencia, prohibir a las personas que se encuentren en las calles públicas y el uso de ciertas calles y autopistas, entre otras restricciones generales de emergencia, debido al riesgo extremadamente elevado de transmisión en la región noroeste del estado, el condado de McKinley, junto con los condados vecinos de San Juan y Cibola. La orden termina el próximo 4 de mayo a las 12 del mediodía.
“Reconozco que esta solicitud es inusual y constituye una medida drástica, y los poderes de emergencia establecidos en virtud de la Ley de Control de Disturbios deben invocarse con moderación. Sin embargo, el brote de COVID-19 en la ciudad de Gallup es una crisis de primer orden. La acción inmediata es necesaria”, dijo el alcalde Louis Bonaguidi, quien pidió a la gobernadora declarar este estado de emergencia en su ciudad.
Según la Ley de Control de Disturbios, cualquier persona que no cumpla con las restricciones impuestas por la ley es culpable de un delito menor, y al ser condenado por un segundo delito o posterior es culpable de un delito grave de cuarto grado.