Diócesis católica de El Paso exigirá vacunación de sus empleados

“Es preocupante el resurgimiento de este terrible virus en la forma de la variante Delta", dijo el Obispo Mark Seitz.

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La Diócesis Católica de El Paso dio a conocer que exigirá la vacunación contra el Covid-19 a todos sus miembros y empleados, además del uso de cubrebocas a aquellos que no están inoculados y asistan a los eventos y misas.

“Es preocupante el resurgimiento de este terrible virus en la forma de la variante Delta. Si esta afecta al condado de El Paso y a los demás condados que conforman la Diócesis, podemos esperar escuchar que los hospitales se llenarán de nuevo de personas que padecen el virus y que más personas han muerto”, se lee en una carta del Obispo Mark Seitz.

“No hace falta ser epidemiólogo para saber que las zonas con mayores niveles de infecciones y muertes son también los lugares con menor número de vacunados”, añadió.

De acuerdo con la diócesis, informes fiables indican que más del 90 por ciento de los hospitalizados con Covid-19 y la variante Delta no están vacunados.

“Los que han decidido no inyectarse por miedo a los efectos secundarios deben reconocer ahora que el riesgo de efectos secundarios palidece en comparación con el peligro de muerte por la variante Delta”, dice la carta.

“Por el bien de nuestros hermanos y hermanas, exijo que se vacunen todos los empleados de la Iglesia y todos los que desempeñan ministerios eclesiásticos, incluidos, entre otros, los catequistas y los ministros de la Eucaristía”, se añade.

El obispo Seitz dijo que hay dos razones principales para este requisito. La primera es que aquellos que sirven a la comunidad católica tienen, por la naturaleza de su servicio, “una estrecha interacción con muchas otras personas”, por lo que la Iglesia tiene la responsabilidad de hacer todo lo que esté en su mano para mantener a los demás a salvo.

Explico que, además, las vacunas y, en particular, las vacunas Covid-19 han salvado y están salvando miles de vidas.

“Tenemos la responsabilidad como cristianos católicos de actuar en nombre del bien común y no sólo para nosotros mismos como individuos”, dijo Seitz.

“No estoy exigiendo que los que vienen a la misa o a la mayoría de los otros eventos en la Iglesia sean vacunados, en parte porque eso excluiría a la mayoría de los niños en este momento, ya que la vacuna aún no está disponible para ellos”, aseguro.

“Nadie tiene derecho a trabajar para la Iglesia o a desempeñar un determinado ministerio. Sin embargo, ciertamente espero que los trabajadores y ministros de la Iglesia estén dispuestos a seguir estas prudentes directrices para servir aquí, por amor a Dios y por caridad hacia las personas a las que sirven”, finalizó.

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